La gente le preguntó a Emma si creía en las señales .
¿Su respuesta?
Sí. Me fui a casa ese día porque pensé que había dejado el fuego encendido.
Resulta que sí. Solo que no estaba en la estufa.
Hoy, Emma Parker habla públicamente sobre la negligencia emocional, la autoestima y la confianza en la intuición. Dice que agradece haberse olvidado de la estufa, porque la ayudó a encontrar la verdad.
Y a veces, la verdad es lo único que puede salvarnos.