El período en torno a la festividad del Día de la Bastilla podría ser particularmente tenso. Según las proyecciones, las temperaturas podrían superar fácilmente los 35 °C, incluso en las regiones del norte, tradicionalmente más templadas.
Esta ola de calor podría interrumpir las celebraciones y los viajes de verano, además de sobrecargar los sistemas e infraestructuras sanitarias. La combinación de calor extremo y actividades festivas crea una combinación peligrosa, especialmente para las personas mayores, los bebés y los trabajadores expuestos.