No hay forma más precisa: la manera más exacta de comprobar la frescura de los huevos de gallina

Procedimiento:

  1. Llena un vaso o recipiente con agua fría hasta tres cuartas partes de su capacidad.
  2. Introduce el huevo cuidadosamente en el agua para observar su comportamiento:
    • Si el huevo flota completamente en la superficie: El huevo está en mal estado y debe ser desechado. Esto ocurre porque el aire acumulado dentro de la cáscara lo hace flotar.
    • Si el huevo se mantiene inclinado en el agua: Significa que el huevo es viejo, pero aún es seguro consumirlo, aunque su calidad no será óptima.
    • Si el huevo se hunde y queda acostado en el fondo: El huevo está fresco y listo para usar en tus recetas.

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Consejos:

  • Revisa la cáscara: Además del test del agua, verifica que la cáscara esté limpia y sin grietas. Los huevos con cáscaras dañadas tienen mayor riesgo de estar contaminados.
  • Olor como último recurso: Si un huevo flota pero no estás seguro, rompe la cáscara en un recipiente aparte. Si tiene un olor desagradable, descártalo inmediatamente.
  • Almacena adecuadamente: Guarda los huevos en el refrigerador para prolongar su frescura. Colócalos en el estante principal, no en la puerta, ya que las temperaturas son más estables.
  • Usa los huevos viejos para ciertas recetas: Aunque los huevos más antiguos no son ideales para frituras o tortillas, funcionan bien en recetas donde se mezclan con otros ingredientes, como bizcochos o pasteles.

 

 

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