Por un error en el diagnóstico que los médicos hicieron; una niña australiana de 10 años murió. Briony Klingbert empezó a tener fiebre y a quejarse de dolor en la garganta; por lo que su madre la llevó a un hospital en Adelaide Hills, Australia.
Bridget; la madre de Briony, dijo que llevó a su hija con varios doctores pero que ninguno la pudo diagnosticar correctamente. Briony vio por primera vez a un médico general cuando empezó a tener vómitos y dificultad para tragar con normalidad. Ante esto, los médicos la diagnosticaron con una infección en la garganta y le administraron antibióticos.