MULTIMILLONARIO embarazó a su empleada y la abandonó — Pero se arrepiente cuando la vuelve a ver…

Ella lo miró fijamente, su voz aguda. “¿Por qué nos abandonaste realmente, Jonathan? No la excusa que me diste: la verdad”.

Él tragó saliva. “Porque tenía miedo. Mi padre era frío, cruel. Trataba el amor como un arma. Cuando descubrí que estabas embarazada, lo vi a él en mí. Pensé que los destruiría a ambos de la misma manera que él nos destruyó a nosotros. Así que huí”.

Los ojos de Nina se suavizaron, pero solo ligeramente. “Huir también fue destrucción”.

“Lo sé”, susurró. “Y me arrepiento cada día”.

El silencio perduró, roto solo por el pitido de las máquinas del hospital. Nina lo estudió y luego se dio la vuelta. “La gente como tú no suele cambiar”.

Jonathan respiró hondo. “Ya no quiero ser gente como yo”.

Por primera vez, ella no discutió.

El trasplante fue un éxito. La recuperación de Jacob fue lenta pero constante, cada día más brillante que el anterior. Jonathan nunca se apartó de su lado. Ajustó su agenda, renunciando como CEO y permitiendo que su junta directiva tomara el control, decidido a no perderse ni un momento más de la vida de su hijo.

Cada sábado, Jonathan recogía a Jacob del modesto apartamento de Nina. Visitaban museos, parques y heladerías. Por primera vez en años, Jonathan sintió la simple alegría de sostener la mano de su hijo, de reír sin fingir.

Leave a Comment