MILLONARIO LLEGÓ SIN AVISAR Y VIO A LA NIÑERA CON SUS HIJOS… LO QUE VIO LO HIZO ENAMORARSE…

Patricia pausó. Y que su hijo no ha viajado en un mes. He estado ocupado. Mentira. Tu asistente me dijo que cancelaste Singapur y Tokio y Sao Paulo. Esas reuniones podían esperar. ¿Desde cuándo algo puede esperar para Sebastián Montalvo? Patricia se acercó a él. Hijo, ¿qué está pasando realmente? Estoy siendo padre. Algo que debía hacer hace 3 años. Y eso tiene que ver con la niñera. Tiene que ver conmigo respondió Sebastián firmemente con darme cuenta de que estaba perdiendo a mis hijos.

Patricia suspiró. Sebastián, sé que ella parece encantadora, sé que ha hecho maravillas con los niños, pero debes tener cuidado. ¿Cuado con qué? Con confundir gratitud con otros sentimientos. Sebastián sintió que su rostro se calentaba. No sé de qué hablas. Por favor, te conozco desde antes de nacer. Patricia tocó su brazo. La miras de la misma forma en que mirabas a tu primera novia en la preparatoria. Y la servidumbre no para de hablar de lo obvio que es.

Lo que yo sienta o no sienta no es asunto de nadie, es asunto de todos cuando puede convertirse en un escándalo. Piensa en tu reputación, en los negocios, en cómo se verá ante tus socios que el magnate Sebastián Montalvo se enamore de la niñera como si me importara lo que piensen. ¿Y qué hay de ella? Preguntó Patricia con voz suave. ¿Has pensado en lo que significaría para esa muchacha? El escrutinio, los chismes, las miradas. ¿Eso es lo que quieres para alguien que te importa?

Sebastián no tenía respuesta para eso. Patricia abrió su bolsa y sacó una tarjeta. Victoria Salazar, abogada corporativa. Su familia ha sido cercana a la nuestra por generaciones. Es inteligente, sofisticada y adecuada. No me interesa. Al menos conócela. Una cena. Eso es todo lo que te pido. Sebastián tomó la tarjeta solo para que su madre dejara de insistir. Ricardo, su socio de negocios, lo llamó el lunes. ¿Es cierto que rechazaste la reunión con los inversionistas japoneses? La moví.

Sebastián, ¿qué diablos está pasando? Llevas un mes desaparecido. Los clientes están preguntando. Los competidores están notando debilidad. No es debilidad, es priorizar. ¿Priorizar qué? Jugar a ser padre de tiempo completo. Contrata niñeras para eso. Ya tengo niñera. Ah, sí, he escuchado sobre ella. Ricardo hizo una pausa significativa. También he escuchado rumores sobre tu interés en ella. Los rumores son mentira. Sebastián, te conozco hace 15 años. Sé cuando estás mintiendo. Ricardo suspiró. Mira, no me importa con quién te acuestes, pero si vas a hacer algo público con la empleada doméstica, no la llames así.

¿Cómo quieres que la llame? Tu futura esposa? Ricardo soltó una risa áspera. Piensa con la cabeza, hermano. Una aventura discreta es una cosa, pero involucrarte seriamente con alguien de su clase dañará tu reputación profesional. Los inversionistas no confían en hombres que no pueden controlar sus impulsos. Esta conversación terminó. Sebastián colgó antes de decir algo de lo que se arrepintiera. La cena con Victoria Salazar fue exactamente lo que Sebastián esperaba. Ella era hermosa, educada, inteligente. Hablaba tres idiomas.

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