Millonario escucha los gritos de su hija adoptiva negra al llegar a casa, lo que él ve lo deja conmocionado.

El mundo se detuvo.
Marcus sintió que algo oscuro y calculador despertaba en su pecho, la misma frialdad que había utilizado para destruir a los empresarios que intentaron traicionarlo.

Pero esta vez era diferente. Esta vez era personal.

“Fuera. Ahora.”

Su voz cortó el aire como una sentencia de muerte.

Elena se volvió con el rostro pálido al verlo parado en la puerta.

“Señor Morrison, no sabía que estaba en casa, solo estaba disciplinando a la niña, castigándola.”

Marcus entró en la habitación con pasos medidos, como un depredador rodeando a su presa.

“Repetirle esas mismas palabras a mi hija es castigarla.”

“Su hija…” balbuceó Elena, dándose cuenta por primera vez de la expresión mortal en el rostro de su jefe.Marcus se arrodilló ante Isabella, que se lanzó a sus brazos con desesperación.

“Papá, ella dijo que tú no me quieres de verdad.”
“Es mentira, mi amor. Una mentira cruel.”
Él la abrazó con fuerza, pero sus ojos permanecieron fijos en Elena.
“Coge tus cosas y sal de mi propiedad. Ahora.”
Elena intentó protestar, pero algo en la mirada de Marcus la hizo retroceder.
Ella se marchó con la cabeza gacha, sin darse cuenta de que acababa de despertar algo muy peligroso en un hombre que no perdonaba las traiciones.
Mientras consolaba a Isabella, Marcus tomó una decisión en silencio.
Elena Winters había cometido el mayor error de su vida y él se aseguraría de que ella nunca olvidara las consecuencias de maltratar a su hija.
Esa noche, después de que Isabella se durmió, Marcus se sentó en su despacho con un vaso de Bourbon y una sonrisa fría.
Elena no tenía ni idea de a quién había elegido como enemigo.
Tres días después de despedir a Elena, Marcus descubrió que despedir a la niñera había sido solo el comienzo de sus problemas……………
Tres días después de despedir a Elena, Marcus descubrió que despedir a la niñera había sido solo el comienzo de sus problemas.

La mañana del cuarto día, mientras Isabella desayunaba con una inocente sonrisa, la portada del New York Herald cayó sobre la mesa de mármol.
En letras mayúsculas, el titular lo golpeó como un martillazo:

“MORRISON TECH EN EL OJO DEL HURACÁN: Acusaciones de maltrato infantil y adopción ilegal.”

Leave a Comment