Mi novio ‘olvida’ su tarjeta de crédito cada vez que salimos a comer, así que tengo que pagar por todos

A veces, los comensales se enfrentan a obstáculos imprevistos, que te contamos en estos cautivadores relatos de la vida real. Desde carteras extraviadas hasta acalorados debates sobre el pago de la cuenta, estas historias desvelan el drama que se produce cuando las salidas al restaurante dan un giro inesperado.

El drama de los restaurantes capta la esencia de las interacciones humanas bajo presión, donde cada bocado puede dar lugar a conflictos inesperados. Cada comida puede convertirse en un momento para estrechar lazos y compartir historias, creando recuerdos que perduran mucho después de que se acabe la comida. Lee algunas anécdotas de restaurante que se convirtieron en dramas de la vida real.

Gente discutiendo en un restaurante | Foto: Getty Images

Mi prometido insiste en que pague su comida y la de sus amigos – Le doy una lección

El prometido de una mujer la molestaba constantemente por su capacidad económica. Llegó un punto en que le exigía que pagara sus comidas cada vez que salían con sus amigos.

Pareja en casa | Foto: Pexels

En Reddit, la mujer relató su situación y pidió opiniones sobre sus acciones. Aclaró que siempre había mantenido sus finanzas separadas de las de su prometido a lo largo de su relación. A pesar de su deseo de tener una cuenta conjunta, su prometido se oponía a la idea.

Mujer trabajadora | Foto: Pexels

Hacia el quinto mes de noviazgo, la mujer recibió un aumento de sueldo, con lo que sus ingresos superaron a los de su pareja en un 30%. Sin embargo, notó un cambio en el comportamiento de él: le pedía con frecuencia que cubriera sus gastos y los de sus amigos. “¿Por qué tengo que pagar yo esto?”, le preguntaba ella. “Él 30%, por eso”, respondía él.

Amigos compartiendo una comida | Foto: Pexels

Ella, resentida, creía que él insinuaba que no se merecía el aumento y que la explotaba económicamente de forma injusta. Como a su prometido le gustaba salir a cenar con sus amigos, a menudo le pedía que se reuniera con ellos y la manipulaba para que pagara toda la cuenta en lugares públicos.

Hay que reconocer que la mujer era demasiado amable para negarse. Odiaba los enfrentamientos, así que se aguantaba, sonreía y pagaba la cuenta. Un día, por fin se hartó. Su novio volvió a preguntarle si podía cenar con él y sus amigos.

Pareja en un automóvil | Foto: Pexels

Ella accedió, pero antes de salir hacia el restaurante, la mujer aclaró a su novio que no pagaría la cuenta. Él le aseguró que no era necesario, que el se encargaría de la cuenta. Sin embargo, a mitad de la cena, le susurró al oído que ella pagaría todo. Enfurecida, ella le susurró un firme “no”.

Mujer trabajando | Foto: Pexels

Sin embargo, el hombre sabía que su prometida odiaba montar una escena en público. Así que anunció públicamente: “Tienes dinero suficiente para pagar la comida de todos, ¿recuerdas el 30%?”.

La mujer, hirviendo de ira, esperó hasta que se repartieron las cuentas. Con las cuentas ya divididas, liquidó su parte, y luego se escabulló discretamente al baño. Desde allí, tomó la atrevida decisión de abandonar el restaurante y conducir sola hasta su casa.

Alguien paga con tarjeta de crédito | Foto: Pexels

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