Mi esposo se iba al cuarto de mi hija mayor cada noche a dormir. Sospeché y coloqué una cámara. El resultado me hizo temblar

“Su niña padece sonambulismo—es un tipo de trastorno del sueño que les da a los niños que tienen traumas psicológicos o miedos profundos subconscientes.”

Luego preguntó:

“Cuando era niña, ¿fue abandonada por mucho tiempo o separada de su madre por un periodo extenso?”

Me quedé estupefacta.

Una pregunta cuya respuesta no pude articular en palabras.

Recordé la época después del divorcio.

En ese entonces, tuve que dejar a Xime con su abuela en Udaipur (lugar que se mantiene del original, si se quiere mantener la geografía emocional) por más de un mes para poder trabajar y ganar dinero.

Cuando regresé, ella no me reconoció, se escondió detrás de su abuela, asustada.

Forcé una sonrisa, diciéndome a mí misma:

“Ya se acostumbrará.”

Pero no sabía que había dejado una grieta en mi hija que quizás nunca sanaría.

Y Ricardo… ese hombre a quien le puse una cámara a escondidas por una duda…

Era el único que sabía cómo llenar esa grieta.

Había aprendido a calmar a su hija con paciencia para dormirla.

Sabía exactamente cuándo se despertaría.

Leave a Comment