Lo miré desconcertado y él continuó su relato.
“Es decir, también se lo debemos a nuestros padres y abuelos. Para que quede más claro, les contaré un poco sobre mi familia.
Mis padres y mi abuela viven en una casa de campo. Mi padre, debido a las articulaciones destruidas, no puede moverse de forma independiente, por lo que mi madre tiene que cuidarlo por completo. Su principal ingreso es una pensión. ¿Qué puedes comprar hoy con tres pensiones? Por lo tanto, asumí toda la responsabilidad de mantener a mis padres y a mi abuela. Ya sea para comprar leña para el invierno, o para comprar comida para un mes, o para comprar las medicinas necesarias para todos.
Mi esposa está exactamente en la misma situación. Sus padres también necesitan apoyo constante, no moral, por supuesto. Bueno, entiendes la idea. Luego necesitamos fondos para los exámenes y luego para el tratamiento. Es necesario llevarlos constantemente a algún lugar, traerles algo y cosas por el estilo.
Además, nuestra hija está creciendo; ahora está en primer grado. Como comprenderá, se necesita mucho dinero para mantener a un niño. Es necesario cambiar constantemente de guardarropa, ya que los niños crecen a un ritmo increíble y las enfermedades infantiles aún no han sido canceladas.
Un día, después de un día activo de trabajo, mi esposa y yo estábamos sentados solos en la cocina. Y luego pensé que mi esposa y yo no tenemos tiempo para nosotros mismos: hace mucho que no descansamos juntos.
Mi esposa tiene varices y necesita una operación, la cual pospusimos indefinidamente, ya que tenemos que apoyar a los padres, apoyar al niño, ellos lo necesitan más, por así decirlo. Parecen pollitos esperando comida con el pico abierto. Mientras tanto, nos llega el turno y entonces ya no hay suficientes recursos.
Mi esposa y yo soñamos con tener otro hijo, un niño. Pero, lamentablemente, no lo lograremos, ya que estamos obligados a mantener a nuestros padres. Y a pesar de todo, nuestra conciencia no nos permite dar a luz. ¿Cómo se las arreglarán los padres sin nosotros?
Pensé que la mejor edad para mí eran los 60 años. En ese momento, la hija se independizará, sus padres, cuya salud es de hasta 100 años, ya no estarán con nosotros. Y la abuela ya no necesita pagar el sanatorio.
60 años son 30 desperdiciados. Y no hay obligaciones, excepto entre sí. Lo principal es que tu salud no te falle. Quizás entonces podamos vivir por nosotros mismos.
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