Entre las similitudes destacadas está el amor de Lilibet por la jardinería, una pasión que también caracterizó a Diana de Gales en su tiempo. La residencia de los Sussex, con amplios jardines, se convierte en el escenario perfecto para que la niña explore y juegue rodeada de naturaleza.
El príncipe Harry y su visión sobre el vínculo con Diana Harry ha compartido abiertamente sus pensamientos al reconocer aspectos de su madre en su hija. “Veo mucho de mi mamá en Lili”, confesó en su documental, evocando la imagen de Diana disfrutando de momentos simples pero significativos junto a su nieta, como cuidar flores bajo el sol o compartir risas en el jardín.
Estas escenas imaginadas no solo conmueven a los seguidores de la familia, sino que representan para Harry una fuente de orgullo y alegría.
El parecido físico: una herencia que trasciende generaciones El duque de Sussex también ha destacado el parecido físico entre Lilibet y su abuela, señalando rasgos distintivos como los ojos azules característicos de los Spencer y el cabello liso pelirrojo, que combina la herencia paterna con un sutil recuerdo de Lady Di.
Este conjunto de similitudes refuerza la idea de que Lilibet Diana, más allá de su corta edad, es un reflejo vivo de una de las figuras más queridas y recordadas de la realeza.