Le ordenó a la empleada que tocara el piano frente a todos para humillarla, pero cuando empezó, nadie esperaba lo que sucedió.

había dejado con una mujer del barrio que había tratado de mantenerla a la distancia pero que nunca pudo hacerlo bien en esa carta estaba tu nombre tu fecha de nacimiento tu escuela todo lo supo

cuando tú ya estabas en su vida cuando ya te había escuchado tocar Julia se sentó no sentía las piernas no entendía nada ¿por qué no me lo dijo porque no sabía cómo lo rebasó porque no quería que

pensaras que te apoyaba por culpa o por cargar una deuda quería saber si lo que tú tenías era real y cuando se dio cuenta de que sí se quedó en shock julia no podía hablar ernesto

siguió me dijo que había pasado toda su vida alejándose de la música porque le recordaba a su papá que lo juzgaba por eso que cuando te escuchó sintió lo mismo que de niño y no entendía por qué hasta

que todo encajó ¿y ahora qué logró decir ella bajito eso lo decides tú colgó julia se quedó ahí en silencio no lloró no se enojó solo pensó por horas se le vinieron mil recuerdos que no tenía su mamá

diciéndole que su papá no estuvo su abuela evitando el tema las veces que se sintió sola sin entender por qué y ahora todo eso tomaba forma la música ese amor

inexplicable por el piano ese fuego que no sabía de dónde venía gerardo no era solo el millonario que la escuchó una noche no era solo el que le dio una oportunidad era su hermano medio hermano pero

hermano al fin y lo había sabido todo ese tiempo esa noche Julia escribió una carta no sabía si se la iba a dar no sabía si lo iba a buscar pero la escribió porque necesitaba sacar lo que tenía dentro

gerardo me quitaste el piso sin mover un dedo y no por lo que hiciste sino por lo que no dijiste no sé si esto cambia algo

no sé si podemos recuperar lo que fuimos antes de saber la verdad pero sí sé que ahora entiendo por qué mi música te tocaba tanto no eras tú escuchándome era mi historia hablándote voy a tocar en

Coyoacán como ya sabes ahí estaré si quieres ven pero no por culpa ven por lo que te mueva el corazón julia no le puso más al día siguiente se levantó temprano ensayó como nunca su abuela la abrazó

fuerte antes de salir toca como si fuera lo último mi niña pero que el mundo entienda que es solo el principio julia le sonrió y se fue lo que no sabía era que esa noche al

final de su presentación algo más la estaba esperando algo que cambiaría su vida para siempre la noche del evento en Coyoacán llegó con un aire distinto no era solo por el clima fresco o el cielo

despejado era por la vibra por la gente que iba llegando por cómo hablaban bajito al entrar al recinto por cómo miraban el escenario sin que empezara nada todavía algo se sentía algo iba a pasar julia

llegó puntual vestía simple como siempre pero con más seguridad llevaba un vestido negro que le prestó la hija de una vecina sin brillo ni vuelo pero con la caída justa se recogió el cabello

en una trenza y no usó maquillaje su presencia hablaba sola ernesto la esperaba en la entrada del camerino tenía los ojos brillosos aunque se hiciera el fuerte “lista” le preguntó “ahora sí.” No había

nervios solo una calma rara como cuando sabes que no hay vuelta atrás y todo lo que queda es hacer lo que sabes hacer nada más mientras tanto entre el público Gerardo se sentaba en la última fila

llegó sin anunciarse sin llamar la atención iba solo llevaba un sobre en el saco con la carta que Julia le había enviado la había leído cinco veces cada

palabra le había pegado como piedra y ahí estaba no como empresario no como figura pública solo como hermano también estaba la abuela de Julia en primera fila con un suéter tejido sobre los hombros y

la emoción desbordada nunca la habían invitado a algo tan grande se acomodaba los lentes a cada rato como si no creyera estar ahí a las 8 en punto las luces bajaron se hizo un silencio que pesaba y

Julia entró caminando sin prisa sin miedo directo al piano se sentó miró al público un segundo pero no buscó caras no

necesitaba saber quién estaba solo necesitaba tocar y lo hizo la pieza que eligió no tenía nombre era nueva mezcla de todo lo que había vivido el inicio la limpieza en el hotel el primer día frente al

piano la humillación la rabia la reconciliación la revelación todo cada nota tenía peso cada pausa intención julia no tocaba para impresionar tocaba para soltar y eso se sentía la gente no respiraba

era como si el lugar completo latera con sus dedos gerardo la miraba sin parpadear no solo la escuchaba se reconocía en ella en los

gestos en el ritmo en la fuerza que salía sin pedir permiso y mientras la escuchaba pensó en su padre en lo que él había dejado en lo que había sobrevivido sin que nadie lo supiera julia era eso la

parte que él nunca entendió pero que ahora sí valoraba y por primera vez no sintió culpa sintió orgullo cuando Julia terminó el silencio duró varios segundos luego vino el aplauso no de cortesía no

por costumbre un aplauso que venía del pecho largo fuerte con gente de pie ernesto aplaudía sin esconder las lágrimas su

abuela lloraba sinvergüenza julia se paró hizo una pequeña reverencia y antes de irse agarró el micrófono “esta última pieza,” dijo “es para alguien que llegó a mi vida de golpe que la desordenó que

la puso patas arriba pero que también me ayudó a encontrar quién soy no digo su nombre porque él ya sabe.

” Hizo una pausa “gracias por no quedarte callado cuando sí importaba.” se bajó del escenario gerardo estaba parado inmóvil no supo si aplaudir si correr tras ella si irse solo sintió que algo se le

desoraba por dentro cuando Julia salió del teatro ya había gente esperándola para felicitarla juan Carlos le sonreía como si fuera su hija ernesto le dio un abrazo rápido apretado su abuela la tomó

del brazo con una fuerza que solo se da una vez en la vida y entonces entre la gente lo vio gerardo estaba ahí quieto con el sobre en la mano julia lo miró se acercó él le

extendió la carta mi papá también dejó algo para ti.” Le dijo “No es dinero no es un testamento es un dibujo de cuando eras bebé lo guardó hasta el final julia tomó el sobre lo abrió ahí mismo era una

hoja doblada un dibujo a lápiz dos manos pequeñas sobre un piano abajo con letra temblorosa decía para mi hija que heredó lo mejor de mí perdón por no estar gracias por seguir julia respiró hondo lo

miró gracias por venir gerardo bajó la cabeza gracias por perdonarme sin decirlo julia sonrió leve no te confundas no es perdón

es que entendí que cargar con enojo me pesa más que dejarlo ir él la miró asintió y se fue no había nada más que decir horas después cuando Julia se sentó sola en su cuarto con la hoja en las manos y

el ruido de los aplausos aún en la cabeza supo algo con certeza todo lo que había vivido valió la pena y lo mejor apenas estaba empezando

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