¿Para qué sirve un té de lavanda y limón?
En las dietéticas o tiendas naturales se pueden encontrar las flores secas de la lavanda, aceites esenciales, jabones y también infusiones en saquitos.
Según algunos estudios realizados, la lavanda presenta múltiples beneficios: mejora la calidad del sueño; calma los dolores fuertes de cabeza; relaja el sistema nervioso; alivia las tensiones musculares.
El aceite esencial de lavanda que elaboran algunos laboratorios homeopáticos tiene más de 150 componentes activos. Estos pueden ser efectivos para el estrés y la ansiedad, pero también es un buen antiinflamatorio, antibacteriano, desintoxicante e hipotensor. Si bien se usa mucho en la aromaterapia, también se puede consumir en infusiones.
Cómo combinar lavanda con limón
A la hora de pensar en remedios naturales para el organismo, el limón se suma a la lavanda a la hora de crear hábitos e infusiones saludables.
El limón es una fuente natural de vitamina C y múltiples minerales. Ayuda a equilibrar los electrolitos, estos iones libres que favorecen la buena conducción eléctrica en el organismo.
Entonces, el limón potencia las virtudes de la lavanda: revitaliza, reduce la inflamación y favorece la circulación sanguínea. Para preparar esta infusión de lavanda y limón hay que tener 3 cucharadas de lavanda seca, un litro de agua, 2 limones y 1 cucharada de miel.
Cómo combinar lavanda con limón
Hay que empezar haciendo la infusión de lavanda, calentando medio litro de agua. Cuando llega a ebullición, hay que añadir las 3 cucharadas de lavanda junto con la cucharada de miel, y dejar en reposo por 20 minutos.
Una vez lista, dejar reposar y colar el contenido quedándose solo con el agua de lavanda. Luego de un rato, mezclar con el segundo medio litro de agua.
Hacer un jugo con los 2 limones y reservar la cáscara de uno de ellos. Luego, hay que mezclar la infusión de lavanda y miel junto con el jugo de limón. Por último, cortar la corteza de limón en trocitos y ponerlos en la jarra de
