La mujer de 58 años que se enamoró de un joven de 27 — un año después regresó con una niña idéntica a él, y lo que confesó al pueblo esa noche dejó a todos sin aliento….-kt

Ni siquiera sus propios hijos.

Pasó el tiempo.
Una tarde, en el mercado, Rosa, la vecina que lo veía todo y lo contaba mejor que nadie, se acercó a Beatriz —la hija mayor— con una sonrisa enigmática.

—Oye, Bea… ese niño de tu madre…
—¿Qué pasa con él?
—Cada día se parece más a tu hermano Mateo. Mismo hoyuelo, misma sonrisa torcida.
Beatriz palideció.
—No digas tonterías.
—Te juro por la Virgen, mija. Cuando lo vi, se me heló la sangre. Es Mateo de chiquito.

Beatriz se fue corriendo a casa, temblando.
Esa noche, reunió a todos los hermanos.
—Tenemos que hablar con mamá. —dijo con voz firme—. Ya no podemos fingir que no vemos lo que está pasando.

Al día siguiente, los seis llegaron sin avisar.
Isabel estaba en el jardín, regando las rosas con Emiliano en brazos.
Cuando los vio, su rostro se iluminó.
—Qué sorpresa más hermosa —dijo.
Mateo fue el primero en hablar.
—Mamá… ese niño… ¿de quién es realmente?

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