Un informante anónimo de GenXCore confesó en un mensaje cifrado:
“Elena tenía razón. El proyecto se llamaba Génesis.
Concepción artificial mediante activación de células madre.
Necesitaban cuerpos receptores —y las prisiones eran perfectas.
Nadie pregunta. Nadie sale.”
Cuando le preguntaron si el programa había terminado, respondió:
“No lo ha hecho.”
La Marca Que Dejó
Meses después del escándalo, un nuevo alcaide tomó el control.
El penal anunció “un retorno completo a la normalidad.”
Pero una enfermera del turno nocturno notó algo extraño.
Cada pocas semanas, aparecían pequeños rasguños grabados en la pared de la enfermería, siempre con la misma palabra:
“Elena.”
Y una noche, bajo la almohada de una interna recién llegada, encontró un papel doblado.
Decía:
“Siguen aquí.
Y esta vez, no van a detenerse.”