“Este mendigo, como usted lo llama”, dijo uno de los marines,
“es el hombre que nos salvó la vida en Fayuja.
Si estamos vivos hoy es por él y usted lo echó como si fuera basura.”
La voz del militar quebró el aire.
Richard palideció, empezó a tartamudear algo sobre reglas de empresa y políticas internas, pero nadie lo escuchaba.
Ya los clientes, que habían guardado silencio antes, ahora empezaban a hablar entre ellos, murmurando indignados.
Una pareja mayor se levantó y se acercó al veterano.
“Mi hijo sirvió con usted”, dijo la mujer.
“Gracias por todo, señor Owens.”
Mientras tanto, Rosa, aún caminando bajo la llovizna, no sabía nada de lo que ocurría.
Avanzaba sin rumbo, con la tristeza latiendo fuerte en el pecho, hasta que un auto se detuvo a su lado.
Era la misma pareja que había agradecido al veterano.
“Súbase, por favor, tiene que volver”, le dijeron.
Rosa dudó, pero la sinceridad en los ojos de aquella señora la convenció.
Cuando entró al café, mojada y temblando, lo que encontró fue algo que jamás esperó.
Todos los clientes estaban de pie, el veterano estaba al centro, rodeado por los marines y frente a él, Richard.
Cabizbajo, sin poder sostener la mirada de nadie, uno de los marines tomó el delantal de Rosa, que aún yacía sobre la mesa, lo dobló cuidadosamente y se lo entregó en mano.
“Este lugar no vale nada sin usted”, dijo.
Rosa lo tomó sin palabras, con los ojos llenos de lágrimas.
Los clientes comenzaron a aplaudir.
Fue un aplauso lento, fuerte, sentido, uno que no buscaba espectáculo sino justicia.
Richard, sintiendo que todo el poder que había usado para humillar ahora se volvía en su contra, intentó recuperar el control.
“Esto es una locura, yo soy el gerente aquí.”
Pero en ese momento, el dueño original del café, Don Ernesto, entró al local.
Alguien lo había llamado.
Don Ernesto era un hombre mayor, conocido y respetado por todos.
Caminó directo hacia Richard y, sin levantar la voz, le dijo:
“Recoge tus cosas, no vuelves a poner un pie en este lugar.”
Richard quiso defenderse, pero Ernesto no le dio opción.