Pie germánico
En este tipo de pie, el dedo gordo es ancho, mientras que los demás son idénticos y de la misma altura. Las personas con este tipo de pie se caracterizan por un temperamento sensible, tranquilo y bastante confiable. Sin embargo, siguen siendo pragmáticos, demostrando un espíritu de análisis y lógica, confiando únicamente en su juicio basado la mayoría de las veces en un examen plausible. Extremadamente reflexivos, toman sus decisiones después de una cuidadosa reflexión, ignorando las emociones que consideran enemigas del razonamiento cartesiano.
Pie celta
Al igual que el pie alemán, este pie se caracteriza por un segundo dedo más largo pero también por un tercero que también es más alto que los demás. Considerado un pie raro, las personas que poseen esta característica son consideradas más ambiciosas y excéntricas que otras. Se distinguen a menudo por su personalidad atípica, marcada por una lógica asombrosa, no gustándoles identificarse con el común de los mortales y destacándose por su forma extravagante de pensar y reflexionar. Además, muchas veces logran imponerse para establecer ideas nuevas e innovadoras y su secreto radica en su capacidad de alejarse de personas tóxicas y vibraciones negativas que les impiden realizar sus sueños y alcanzar su meta esperada.