Fatiga Inusual (presente en 70% de los casos):
Una sensación de agotamiento extremo sin causa aparente, donde actividades cotidianas como subir escaleras o caminar cortas distancias se vuelven agobiantes.
Dificultad Respiratoria:
La disnea aparece semanas antes, manifestándose como falta de aire al realizar mínimos esfuerzos o incluso en reposo, debido a la disminución del bombeo cardiaco.
Molestias Torácicas Atípicas:
No siempre es dolor intenso; puede presentarse como opresión intermitente, ardor o pinchazos en el centro del pecho que duran 2-5 minutos.
Alteraciones del Sueño:
Insomncio frecuente o despertares nocturnos con sensación de ansiedad, acompañados de sudoración fría inexplicable.
Indigestión Recurrente:
Náuseas, acidez o dolor abdominal superior que no se alivian con antiácidos, causados por la irritación del nervio vago conectado al corazón.
Dolor Radiante:
Molestias que se extienden al brazo izquierdo (en el 40% de casos), mandíbula, cuello o espalda alta, con característica intermitente.
Mareos Persistentes:
Resultado de la mala oxigenación cerebral por disminución del gasto cardiaco, especialmente notable al levantarse rápidamente.
Ansiedad Irracional:
Ataques de pánico inexplicables o sensación inminente de fatalidad, relacionados con cambios en la actividad eléctrica cardiaca.