Crédito: PexelsNormalmente, la tos comienza a desarrollarse en las primeras etapas del sarampión, a menudo de 1 a 3 días antes de la distintiva erupción roja en la piel. Se presenta como una tos seca y aguda, causada por la inflamación de las vías respiratorias. La tos puede persistir durante toda la enfermedad, lo que podría provocar complicaciones como neumonía. Entre las posibles estrategias para aliviar los síntomas se incluyen beber líquidos tibios para aliviar la garganta y usar un humidificador para humedecer el aire.
Fiebre alta
Crédito: PexelsLa fiebre suele comenzar junto con otros síntomas iniciales, como tos y goteo nasal, precediendo al sarpullido unos días. La fiebre alta es un síntoma distintivo del sarampión, con temperaturas corporales que alcanzan los 38,3-40 °C (101-104 °F). La fiebre y el aumento de la temperatura corporal son resultado de la respuesta inmunitaria del cuerpo al virus del sarampión, lo que contribuye al malestar general que se experimenta durante la enfermedad. El alivio sintomático incluye tomar acetaminofén o ibuprofeno para reducir la fiebre y mejorar el bienestar, y aplicar compresas frías para ayudar a regular la temperatura.