Este producto supone un riesgo para los huesos y muchas personas lo consumen a diario.

La buena noticia es que hay muchas otras formas de saciar la sed:

  • Agua saborizada casera (limón, menta, pepino)
  • Tés helados caseros sin azúcar añadido
  • Jugos de frutas diluidos o aguas con gas naturales

Opciones sabrosas y refrescantes que cuidan tu salud…y tus huesos.

En resumen , debajo de su apariencia inofensiva, los refrescos light esconden muchos peligros para la salud, así que ¿por qué no cambiar su lata por un vaso de la beneficiosa agua de limón  ?

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