Estaba ahí embarazada de 7 meses durmiendo en el banco ….

parando ocasionalmente en bancos para descansar su teléfono sonó varias veces pero cuando vio que era Carlos no tuvo el valor de contestar cómo le iba a explicar que en una sola tarde había perdido a su familia su hogar y su lugar en el mundo finalmente cuando la noche cayó completamente Marina llegó a la plaza central era un lugar que conocía desde niña donde había jugado mil veces cuando era pequeña ahora se veía muy diferente bajo las luces tenues de los faroles había algunos bancos dispersos entre los árboles y Marina eligió uno que estaba parcialmente oculto por un
arbusto grande se sentó y se acurrucó tanto como pudo usando su mochila como almohada improvisada el aire nocturno era frío y ella solo tenía una chaqueta ligera por primera vez que había salido de casa se permitió llorar realmente lloró por la familia que había perdido por el futuro incierto que enfrentaba por el bebé que crecía dentro de ella sin saber el mundo complicado al que estaba llegando “¿qué voy a hacer?” susurró al aire nocturno acariciando suavemente su vientre ¿cómo voy a cuidarte si ni siquiera puedo cuidarme a mí misma el cansancio emocional y físico
eventualmente la venció y Marina se quedó dormida en el banco de la plaza usando su mochila como almohada y abrazándose a sí misma para mantener algo de calor no sabía que su vida estaba a punto de cambiar nuevamente y que el amanecer traería un encuentro que alteraría el curso de su historia para siempre los primeros rayos del sol la despertaron junto con el sonido de pasos acercándose por el sendero de la plaza marina abrió los ojos lentamente desorientada por un momento hasta que la realidad de su situación la golpeó como una ola fría seguía en el banco seguía
sin hogar seguía embarazada y sola se incorporó lentamente sintiendo todos los músculos agarrotados después de pasar la noche en una posición tan incómoda sus ropas estaban arrugadas su cabello despeinado y sabía que debía verse terrible se pasó las manos por la cara tratando de despejarse cuando notó que alguien se había detenido cerca del banco era un hombre alto vestido con un traje oscuro impecable que contrastaba fuertemente con el entorno casual de la plaza tenía el cabello oscuro peinado hacia atrás facciones marcadas y una expresión seria pero no hostil marina
calculó que tendría alrededor de 35 años y todo en él emanaba éxito y poder económico el hombre la observaba con una mezcla de curiosidad y preocupación como si estuviera tratando de entender cómo una joven embarazada había terminado durmiendo en un banco de la plaza marina se sintió avergonzada bajo su mirada y se apresuró a recoger sus cosas “disculpe” dijo el hombre con una voz profunda pero gentil “¿se encuentra bien?” Marina lo miró directamente por primera vez y se sorprendió por la sinceridad en sus ojos no había juicio
no había desprecio solo preocupación genuina por una desconocida en problemas “estoy estoy bien” mintió aferrándose a su mochila como si fuera un salvavidas el hombre observó su estado la ropa arrugada el cansancio evidente en su rostro la forma protectora en que sostenía su vientre abultado y supo inmediatamente que esa joven estaba muy lejos de estar bien diego Mendoza había madrugado esa mañana para su rutina de ejercicio en el parque que rodeaba la plaza central a los 36 años había construido un imperio empresarial que lo había convertido en uno de los hombres más ricos de la ciudad pero mantenía
hábitos simples que lo conectaban con la realidad caminar por esa plaza todas las mañanas era su forma de mantenerse centrado antes de sumergirse en el mundo despiadado de los negocios pero esa mañana algo era diferente mientras caminaba por el sendero habitual su atención fue capturada por una figura acurrucada en uno de los bancos al principio pensó que podría ser alguien sin hogar algo no tan inusual en el centro de la ciudad pero cuando se acercó más se dio cuenta de que era una joven y que estaba embarazada diego
había visto muchas cosas en sus años de negocios había conocido la pobreza y la riqueza pero algo sobre esa escena lo conmovió de una manera que no esperaba la joven se veía joven tal vez veintitantos años y había algo en su postura que le decía que no era una persona acostumbrada a vivir en la calle cuando Marina se incorporó y él le preguntó si estaba bien pudo ver en sus ojos algo que reconoció inmediatamente orgullo herido mezclado con desesperación era la misma mirada que él había tenido años atrás cuando era un
joven pobre luchando por salir adelante “perdón por molestarla” Diego dijo manteniendo una distancia respetuosa “pero noté que pasó la noche aquí ¿hay algo en lo que pueda ayudarla?” Marina lo miró con desconfianza en su experiencia limitada los hombres bien vestidos que se acercaban a mujeres vulnerables generalmente tenían intenciones que no eran precisamente altruistas pero había algo en la manera en que él mantenía distancia en el tono genuinamente preocupado de su voz que la hizo dudar “no necesito ayuda” respondió aunque su voz tembló ligeramente solo

estaba descansando diego observó las ropas arrugadas la mochila pequeña que contenía obviamente todas sus pertenencias y la manera protectora en que ella sostenía su vientre no necesitaba ser un genio para darse cuenta de que esa joven estaba en serios problemas “me llamo Diego” dijo decidiendo presentarse para que la conversación fuera menos incómoda “diego Mendoza y disculpe que insista pero una mujer embarazada no debería estar durmiendo en un banco de plaza.” El nombre le sonó familiar a Marina en una
ciudad no tan grande el apellido Mendoza era conocido eran dueños de varias empresas tenían edificios con su nombre aparecían ocasionalmente en las páginas sociales del periódico local pero eso solo la puso más nerviosa señor Mendoza le agradezco su preocupación pero realmente puedo cuidarme sola diego sonrió por primera vez y Marina notó que cuando sonreía toda su expresión se suavizaba ¿sabe qué también pensé que podía cuidarme solo cuando tenía su edad me tomó años darme cuenta de que a veces necesitamos aceptar ayuda para poder
ayudar a otros después había algo en la manera en que lo dijo que hizo que Marina lo mirara más atentamente no sonaba como el discurso ensayado de alguien acostumbrado a hacer caridad para limpiar su conciencia sonaba como alguien que realmente había estado en una situación difícil no soy una persona de caridad” dijo Marina levantando la barbilla con dignidad “solo estoy pasando por una situación temporal.
” “Por supuesto que no Diego” respondió inmediatamente “cualquiera puede ver que usted es una persona trabajadora que está enfrentando circunstancias difíciles la pregunta es ¿va a dejar que el orgullo mantenga a usted y a su bebé en peligro ¿o va a aceptar una mano amiga hasta que pueda volver a ponerse de pie?” Marina sintió que sus defensas se desmoronaban hacía menos de 24 horas que había salido de casa y ya se sentía agotada física y emocionalmente la noche en el banco había sido incómoda y fría y sabía que no podía seguir así mucho tiempo especialmente en su estado ¿qué tipo de ayuda preguntó finalmente
odiándose a sí misma por tener que considerarlo diego había estado pensando en eso desde el momento en que la vio tenía varias propiedades empleados en diferentes negocios y recursos que podía poner a disposición pero también sabía que tenía que ser cuidadoso una joven embarazada en situación vulnerable podía malinterpretar sus intenciones y él no quería complicar más su situación tengo una pequeña casa para huéspedes en mi propiedad” explicó está amueblada tiene cocina es completamente independiente de la casa principal mi ama de llaves se
jubiló el mes pasado y he estado buscando a alguien que pueda ayudar con tareas básicas de mantenimiento y organización marina lo miró con sorpresa me está ofreciendo trabajo le estoy ofreciendo una oportunidad un lugar donde quedarse un trabajo que puede hacer sin poner en riesgo su embarazo y tiempo para decidir qué quiere hacer con su futuro era demasiado bueno para ser verdad marina había aprendido a desconfiar de las ofertas que sonaban demasiado generosas especialmente viniendo de extraños ricos ¿y qué

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