Esta planta es capaz de sanar muchas enfermedades.

El marrubio, conocido también como Malva del Sapo, Malva del Congo y Yerba del Sapo, es una planta perenne, perteneciente a la familia de las labiadas, originaria de Europa.

Su rizoma duro y fibroso produce muchos tallos tupidos, rectos, cuadrados y pelosos. En relación a sus hojas, éstas son rugosas, ásperas por encima y suaves como lana por debajo. De las axilas de las hojas, que son opuestas, nacen aglomeradas, multitud de flores pequeñitas y blancas, que se abren desde abril hasta finales de agosto. La planta tiene un olor característico muy semejante a la manzana.

Se puede reproducir mediante semillas en primavera, por esquejes o por división de raíces. Las sumidades floridas se recolectan cuando se hallen en plena floración, y se extienden sobre tela o papeles en un lugar aireado y a la sombra. Si es necesario pueden secarse a la estufa, pero sin sobrepasar los 40 °C de temperatura.

El marrubio ha sido utilizado con fines curativos desde épocas remotas. El nombre científico de Marrubium procede de una palabra hebrea que significa «jugo amargo». Tralliano, célebre médico y filósofo del siglo VI, hacía amplio uso del cocimiento de hojas y semillas, o el jugo mezclado con miel para tratar el asma y demás afecciones pulmonares.

Propiedades curativos del marrubio.

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