ace tres años que Celine Dion se quedó viuda de René Agnelli, que había sido su marido, representante y gran apoyo a lo largo de su carrera. La cantante mostró entonces la imagen de una inconsolable esposa de negro riguroso al lado de sus hijos pequeños en un funeral celebrado en Montreal que ofreció una teatral puesta en escena propia de una película. Dion había perdido en pocas horas a su esposo y a un hermano, fallecido a consecuencia de un cáncer, y atravesaba los peores momentos de su vida.
Ahora la cantante parece haber recuperado la alegría y lo ha hecho de la mano de un amigo muy especial, Pepe Muñoz, que se ha convertido en su acompañante y apoyo a todas horas y al que califica de su «mejor amigo». De su mano, Dion ha cambiado de imagen de forma radical y se ha convertido en asidua a los desfiles de alta costura de París, en especial a los de Valentino, donde suele hacer unas apariciones extravagantes.
Pero el círculo cercano a la cantante no ve con buenos ojos el acercamiento de Celine Dion y Pepe Muñoz y especialmente la enorme influencia que este ejerce sobre ella. «Quiere hacerse con el mando y, como ella está enamorada de él, lo escucha en todo. La gente ya acude a él para consultarle cosas, Celine está aislada», subraya el número de Lecturas de esta semana.