«Hice todo esto por ti».
A la mañana siguiente, metió la libreta azul en su bolso y viajó a Manila. No había vuelta atrás.
Se reunió con Antonio Mercado en un café. Selena le entregó la carpeta y solo le dijo una cosa:
«Que se sepa la verdad».
Durante semanas, el periodista verificó la información. En cuanto el caso se hizo público, Selena empezó a experimentar sucesos extraños: llamadas sin respuesta, un coche aparcado fuera todas las noches, correos electrónicos anónimos que le advertían: «No remuevas el pasado».
El miedo volvió, pero ya no era la misma.
La misma mujer. La versión de ella que había vivido en silencio murió el mismo día que Ramón. Ahora comprendía el precio de la valentía.
Al publicarse el informe, Filipinas quedó atónita. El titular decía:
“Red oculta de sobornos en la industria tecnológica expuesta”.
Empresarios, políticos y funcionarios fueron identificados. La investigación condujo a varios arrestos.
Ramón se convirtió en un héroe: un ingeniero que lo arriesgó todo para revelar la verdad.