La familia de Sofia, especialmente su madre, no entendían lo que veía en Daniil. “¿De verdad vas a casarte con él?” le preguntaba su madre, incapaz de ocultar su desaprobación. “Es un hombre discapacitado. ¿Cómo podrías estar con alguien así?”
“No lo entiendes, mamá. No se trata de eso,” le respondía Sofia con firmeza. “Se trata de la persona que es, de cómo me hace sentir. Daniil me da algo que nunca había tenido: una conexión real, no superficial.”
Pero a pesar de las explicaciones de Sofia, la presión social y familiar seguía creciendo. Los comentarios de los demás seguían llegando, y las dudas seguían sembrándose en su corazón. Sin embargo, Sofia estaba decidida. Sabía que Daniil la hacía sentir completa, y no iba a dejar que las expectativas de los demás la frenaran.
El Gran Día: El Matrimonio que Nadie Esperaba
El día de la boda, Sofia estaba nerviosa pero emocionada. Había luchado mucho por llegar hasta ahí, y aunque sabía que no todo el mundo la apoyaba, se sentía lista para dar ese paso. Daniil la esperaba en el altar, con una sonrisa sincera en su rostro y la determinación de ser el hombre que ella necesitaba.
“Te amo,” le susurró Daniil, mientras la veía caminar hacia él en su vestido blanco. “Nunca dejaré de luchar por ti.”
La ceremonia fue un reflejo de todo lo que habían construido juntos. Con las palabras de amor llenando el aire y las miradas de la familia y amigos, que, aunque en su mayoría no aprobaban la relación, no podían evitar emocionarse por la pareja. Los padres de Daniil, que siempre lo habían apoyado incondicionalmente, estaban allí, mostrando su amor y respeto por Sofia. Este día significaba mucho para ellos.
Pero todo cambió en el momento más inesperado. Mientras Sofia se preparaba para dar el “sí” en el altar, se detuvo un momento, con los ojos fijos en Daniil. Unos segundos antes de comprometerse, algo en su interior le hizo dudar.
¿Era realmente lo que quería?
