• Al cepillar los dientes, no olvidar que también se deben cepillar las encías y la lengua, y reemplazar el cepillo con asiduidad (una vez cada mes o mes y medio).
• Pon a hervir varias ramitas de perejil con dos o tres clavos de olor enteros en dos tazas de agua. Revuelve la mezcla mientras se está enfriando, cuélala, y emplea el líquido para enjuagarte la boca varias veces al día.
También puedes masticar directamente hojas de perejil para aumentar la producción de saliva. lo que unido a su intenso aroma te proporcionará un aliento fresco.
• Masca unas ramas de apio de vez en cuando; el apio refresca la boca y combate el mal aliento.
• Existen muchas hierbas cuyas propiedades aromáticas las hacen idóneas para evitar la halitosis, como la menta, el eucalipto, el tomillo, la salvia o el romero. Puedes hacer infusiones hirviéndolas durante 15 minutos (una cucharada pequeña de cada una en una taza de agua), o mascar directamente algunas hojas. Las infusiones de té verde están especialmente indicadas para combatir el mal aliento porque reducen significativamente la concentración de sustancias en descomposición en la cavidad oral y tienen efecto desodorante.
• Si el mal aliento se debe a problemas digestivos, puedes emplear semillas de cardamomo (masticarlas lentamente después de la comida limpia la boca y elimina el mal olor de otros alimentos, aunque su sabor es bastante fuerte) o infusiones de hierbas digestivas como el hinojo, el poleo, el anís o la manzanilla.