Caminó hasta el callejón donde Benny solía dormir, se arrodilló y le ofreció una correa y un collar nuevo.
Oye, héroe. ¿Quieres volver a casa?
Benny la miró, luego miró la correa y finalmente dio unos pasos hacia adelante. Sus ojos, llenos de lealtad y algo más profundo, se encontraron con los de ella.
No hizo falta pedírselo dos veces.
Hoy, Benny duerme a los pies de la cama de Annie. Tiene una manta calientita, la barriga llena y un gatito que se acurruca en su lomo todas las noches.
Los vecinos todavía sonríen cuando ven a la pareja caminando por Maple Street: Misty sentada en una bolsa de plástico y Benny trotando orgulloso al lado de Annie.
Y aunque ya no mira hacia el desagüe pluvial todos los días, a veces Benny se detiene allí, sólo por un segundo, como si recordara las vidas que ayudó a salvar.
Porque incluso en los lugares más oscuros, el amor encuentra un camino.
Moraleja:
A veces, las almas más tranquilas realizan las acciones más heroicas. Benny no tenía voz, ni hogar, ni nadie que lo cuidara, pero lo dio todo para salvar cinco vidas indefensas. Nos recuerda que la compasión no entiende de idiomas y que los héroes vienen en todas las formas y tamaños.
Esta pieza está inspirada en historias cotidianas de nuestros lectores y escrita por un escritor profesional. Cualquier parecido con nombres o lugares reales es pura coincidencia. Todas las imágenes son solo para fines ilustrativos.