¿Qué hacer? Una de las opciones efectivas es el masaje visceral, orientado a trabajar los órganos internos, así como métodos de autorregulación y reducción del estrés. Sin embargo, esto es sólo parte de la solución. Sin el siguiente paso, todo esto no funcionará a plena capacidad.
Segundo paso: mantenimiento diario del flujo y la fluidez biliares normales
Cuando la bilis se vuelve espesa y viscosa, comienza a fluir mal fuera de la vejiga. Esto puede provocar estancamiento, formación de cálculos, trastornos digestivos y, como consecuencia, una deficiencia de vitaminas, proteínas y grasas. Sin suficiente bilis, el jugo pancreático simplemente no se activará. No podrá realizar plenamente su función de descomponer proteínas, lípidos y carbohidratos. Entonces, si inviertes en vitaminas de calidad pero no sientes el efecto, lo más probable es que tu cuerpo simplemente no pueda absorberlas. Y la razón es que la bilis no hace su trabajo.
¿Cómo reconocer que el cuerpo no está recibiendo las sustancias necesarias? No es necesario acudir a exámenes. Hay una lista de verificación sencilla que contiene tres formas de determinar esto según signos externos y el bienestar. Es gratuito y muy informativo.
¿Qué promueve un buen flujo biliar?
Hay varios principios que vale la pena seguir:
Nunca beba bebidas frías durante las comidas: pueden provocar espasmos y perjudicar la digestión.
15-20 minutos antes de comer, bebe un poco de agua tibia, en pequeños sorbos, sin quemarte, solo calentando tu cuerpo.
Añade especias naturales a tus platos si no tienes contraindicaciones. La cúrcuma, el jengibre y el cilantro son excelentes auxiliares en la secreción de bilis.
Asegúrese de incluir algunas grasas saludables en cada comida. Esta es una señal para la vesícula biliar: “trabaja”.
Nota importante: Todo lo anterior es sólo para fines informativos. Si tienes pesadez constante, dolor, náuseas, esto ya es un motivo para acudir al médico. Pero si simplemente sientes que tu cuerpo no está funcionando “bien”, comienza con algo simple: tu dieta. El páncreas no necesita mucho. Pero si empiezas a cuidarla, ella te responderá con salud y facilidad.