🔹 Frecuencia: Puedes tomar este baño 2-3 veces por semana si sufres de dolores crónicos.
🔹Precauciones: Evítalo si tienes heridas abiertas, presión arterial baja o alergias al romero.
🔹 Hidratación posterior: Después del baño, aplica una crema hidratante para mantener la piel nutrida.
🔹 Complementos: Combínalo con estiramientos suaves para mejorar la flexibilidad.
Variantes del Baño de Romero
Para pies cansados: Prepare una infusión concentrada y sumerja solo los pies en un balde.
Con jengibre: Agregue rodajas de jengibre fresco para un efecto antiinflamatorio más potente.
Conclusión
Un baño de romero no solo alivia el dolor, sino que también es un ritual de autocuidado que reduce el estrés y mejora el bienestar general. ¡Pruébalo y descubre cómo esta sencilla terapia natural puede transformar tu rutina de relajación!