Con el tiempo, María se dio cuenta de que tenía que seguir adelante y encontrar la fuerza para un nuevo comienzo. Comenzó a tomarse tiempo para sí misma y descubrió nuevos aspectos de la vida. No estaba preparada para una nueva relación, pero apareció en el trabajo un hombre que mostró interés en ella. Se vieron varias veces y María le dijo honestamente que aún no sabía si estaba lista para comenzar una nueva relación.
Su nuevo conocido, Vladimir, reaccionó con comprensión. Dijo que no le exige nada, pero que disfruta pasar tiempo con ella. Y un día María descubrió en su correo una carta inusual: una invitación de boda. La invitación fue de su exmarido Alexei y su nueva pareja Varvara.
María sintió rabia dentro de ella. Ella entendió que esta invitación le fue enviada solo para demostrar que todo estaba bien para ellos. Probablemente sólo querían burlarse de ella. Pero María decidió no darles el placer y demostrar que no estaba rota ni abandonada. Ella decidió ir a esta boda y demostrar que estaba del lado de los ganadores.