Existen diferentes maneras sencillas de incorporarlas en la rutina diaria:
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Crudas y masticadas: ingerir de 5 a 7 semillas en ayunas.
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Molidas en polvo: secarlas, triturarlas y añadirlas a licuados o jugos.
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En té o infusión: hervir semillas secas y beber una o dos veces al día.
Precauciones al consumir semillas de papaya
Aunque resultan beneficiosas, su consumo debe ser moderado. Algunas recomendaciones importantes son:
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Evitar el exceso, ya que altas dosis pueden generar molestias o efectos adversos.
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No se aconsejan durante el embarazo o la lactancia.
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Si existe una enfermedad hepática diagnosticada, siempre es necesario consultar con un especialista antes de utilizarlas.
Conclusión
Las semillas de papaya son un aliado natural para apoyar la función hepática y promover la desintoxicación del organismo. Usarlas con moderación y acompañadas de un estilo de vida saludable puede ser una herramienta valiosa para cuidar este órgano vital.