Comparando estas fotografías con las de la infancia del Príncipe Harry, el parecido es innegable: Lilibet heredó los rasgos de su padre, lo que fortalece el vínculo familiar visible. La celebración del cumpleaños en sí fue un evento íntimo al que asistieron familiares y amigos cercanos, incluidos Zara y Mike Tindall y sus hijos. El evento incluyó actividades divertidas para los niños, como pintura de caras y un pastel bellamente diseñado por una famosa panadería de Londres.