Natalia Beilovya, trabajaba como cuidadora de una pareja ancianos de 85 y 88 años, cuando una explosión de gas causó un gran incendio. La mujer hizo todo lo posible por salvar a los abuelitos, quienes al final resultaron ilesos, pero fue a costa de su vida.
Dedicar tu vida por el bienestar de otras personas es una decisión admirable, pero poner tu vida en riesgo por salvar a los demás es algo heroico y ejemplar. La historia de Natalia Beilovya no sólo es inspiración, sino que restablece la fe de que en el mundo hay personas que no solo piensan en su bienestar.
Natalia, a sus 57 años, trabajaba como la cuidadora de una pareja de ancianos en el pueblo de Cicerale, Italia. Ella desempeñaba su labor con carisma y entusiasmo, pese a lo complejo que es tratar con personas de avanzada edad.
