Después de terminar la escuela, Robin se inscribió en un gimnasio. Esto sucedió en 1989. Luego sólo quería mantener su figura en orden y al principio era sólo un hobby. Sin embargo, la niña se involucró tanto en el deporte que decidió dedicarle toda su vida.
Hoy en día, el culturista participa en un gran número de competiciones y campeonatos. Tiene muchos premios honoríficos y victorias. El deporte la ayudó a recuperarse físicamente muy rápidamente después del parto y gracias a él siempre está activa y enérgica.
Robin cuenta con el apoyo de su familia en todo; intentan no perderse ni una sola competición.
La Federación Internacional de Culturismo le otorgó al atleta un certificado para competir en competiciones internacionales en 2014.
Robin trabaja en un centro penitenciario. Allí imparte entrenamiento de fuerza y terapia de estiramiento a los presos.
No hace mucho, una mujer creó su propio microblog. Tiene muchos fans que admiran sus logros, fortaleza y perseverancia. Para ellos, ella es un modelo a seguir.