El agua, usada de la manera correcta, puede ser tu mejor aliada.
Para manchas de sangre o proteínas, usa agua fría para evitar que se fijen.
Para manchas de aceite, café o chocolate, el agua caliente ayuda a disolver los residuos.
En ambos casos, lo importante es actuar rápido para que la mancha no se adhiera a las fibras.
4. Maicena o talco
Estos polvos absorbentes son perfectos para manchas de aceite o grasa fresca.
Coloca la prenda sobre una superficie plana.
Cubre la mancha con una capa generosa de maicena o talco.
Deja actuar por 1 hora para que absorba la grasa.
Retira el exceso y lava normalmente.
Consejos adicionales:
Siempre prueba el método en una zona pequeña y poco visible para evitar daños.
No mezcles productos sin conocer su reacción, ya que algunos químicos pueden dañar la tela.
Actúa lo antes posible; cuanto más tiempo pase, más difícil será eliminar la mancha.
Con estos trucos, no solo ahorrarás dinero, sino que también cuidarás el medio ambiente evitando químicos agresivos. La próxima vez que tu ropa se manche, recuerda que la solución podría estar en tu cocina.