Hay que decir que Gregory nació como un niño sano. Pero con el tiempo dejó de crecer y sus padres se dieron cuenta. También vieron que cada paso le causaba dolor. Los padres hicieron todo lo que estuvo a su alcance, pero no pudieron detener la enfermedad de su hijo.
Quienes la rodeaban comenzaron a acusar a Anna de egoísmo, creyendo que la niña entabló una relación con él sólo por el simple hecho de registrarse. Pocas personas sabían que la pareja alquilaba un apartamento y que el único ingreso que tenían era la pensión de Gregory.
A pesar de la opinión pública, los jóvenes pronto se casaron. Posteriormente tuvieron un hijo completamente sano. Anna cuida de su marido: le da de comer con una cuchara, le lava e incluso le cepilla los dientes. Gregory gana dinero desarrollando sitios web y su blog le aporta unos pequeños ingresos.
Anna y Grigory se aman mucho, por eso no se quejan de los problemas que existen debido a las discapacidades y los malentendidos de la gente.