Beber suficiente agua es esencial para la salud general y juega un papel importante en el control de los niveles de azúcar. La deshidratación puede aumentar la concentración de glucosa en la sangre. Por lo tanto, se recomienda consumir al menos 8 vasos de agua al día, o más si haces ejercicio.
3. Infusiones y Tés Naturales
Además de los cambios en la dieta y la hidratación, las infusiones y los tés pueden ser aliados en la lucha contra la diabetes. Una de las más efectivas es el té de canela, que ha demostrado mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir los niveles de glucosa. Otro té popular es el de hoja de guayabo, que se dice que ayuda a regular el azúcar en sangre.
4. Ejercicio Regular
La actividad física es fundamental no solo para mantener un peso saludable, sino también para controlar el azúcar en sangre. Hacer ejercicio regularmente ayuda a sensibilizar las células a la insulina, facilitando así la reducción de los niveles de glucosa. Intenta incorporar al menos 150 minutos de actividad moderada cada semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta.