Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es una sustancia natural que se presenta en forma de polvo fino. Esta sustancia alcalina tiene propiedades antibacterianas, antifúngicas, antisépticas y antiinflamatorias. El bicarbonato de sodio funciona como exfoliante para eliminar las células muertas de la piel y así lograr una piel más suave y de aspecto más joven.
Sin embargo, el uso excesivo de bicarbonato de sodio o durante mucho tiempo puede dañar o resecar tu piel. Además, debes hacerte una prueba para determinar si tu piel es sensible a esta sustancia.
Jugo de limón
El limón aclara e ilumina el cutis y actúa como astringente; elimina el exceso de grasa y suciedad de la piel. Este efecto astringente tonifica la piel. También es un agente antiséptico.
El limón actúa sobre el acné reduciendo tanto las secreciones de sebo como las bacterias que causan los granitos. También reduce la pigmentación en forma de manchas con la ayuda de sus dos componentes, la vitamina C y el ácido cítrico. Sin embargo, este cítrico es fotosensibilizante, por lo que nunca debes exponerte al sol mientras lo uses.
Nunca cometas el error de frotar limón directamente sobre tus granitos, ya que esto podría provocar una mala reacción. Las posibilidades de reacciones cutáneas son altas si expones tu piel al sol (como se mencionó anteriormente) o si aplicas un producto antiacné fuerte el mismo día.
Miel
Las mascarillas de miel dejan la piel más suave e hidratada, y pueden mejorar la apariencia de las líneas finas y las arrugas. Tu piel también puede sentirse más firme y tonificada después de una mascarilla de miel. Según la dermatóloga Amy Wechsler, autora de The Mind-Beauty Connection, la viscosidad y el espesor de la miel la convierten en un bálsamo protector que puede “extraer la infección” y “crear un ambiente húmedo de curación” para la piel.
Aloe Vera
Debido a su riqueza en vitaminas E, C y betacaroteno, el gel de aloe vera es excelente para tratar múltiples problemas de la piel. Estos componentes realmente ayudan a proteger la piel del envejecimiento cutáneo, estimulan la regeneración celular y, por lo tanto, luchan contra las arrugas y las manchas marrones. Además, esta planta tiene importantes poderes antiinflamatorios y antimicrobianos para combatir el acné y limpiarlo.
Sin embargo, el uso prolongado del gel de aloe vera puede provocar alergias en la piel como urticaria e inflamación general. También puede provocar enrojecimiento de los párpados. Otros efectos sobre la piel pueden incluir endurecimiento, sequedad y aparición de manchas moradas.