Asentí. “Sí”, dije. “Fue el peor momento de nuestras vidas. Quiero decir, sólo llevábamos un año casados. Amelia y yo queríamos tener otro bebé juntos. Pero ella se enfermó y las cosas empeoraron muy rápidamente”.
La camarera nos trajo la comida y nos sentamos en silencio.
“No quise hacerte daño, cariño”, le dije. “Pero tu broma navideña fue tan fría e insensible y… me cabreó”.
“Lo siento mucho, papá”, dijo, con el rostro arrugado. “No sabía nada de esto”.
“En el futuro, tendrás que hacerlo mejor, Rachel”.
Ella asintió y tomó un sorbo de café.
¿Qué hubieras hecho?
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Llegué a casa después de dar a luz y encontré la habitación de mi bebé destruida y pintada de negro.
La alegría de traer a mi pequeña a casa se había esfumado cuando entré a su habitación. Su hermosa habitación rosa fue destruida, las paredes repintadas de negro, la cuna rota y todos los juguetes desaparecieron. Pero fue la cruel razón de mi suegra lo que más me sacudió.
El suave pitido de los monitores llenó la habitación del hospital mientras mecía a mi hija recién nacida, Amelia, en mis brazos. Sus pequeños dedos se curvaron alrededor de los míos y no pude evitar maravillarme ante sus rasgos perfectos. Sus piececitos, su nariz de botón. ¡Era PERFECTA! La cesárea había sido difícil, pero tenerla en mis brazos valió la pena…
Foto en escala de grises de una madre tocando los diminutos pies de su bebé recién nacido | Fuente: Unsplash
Foto en escala de grises de una madre tocando los piececitos de su bebé recién nacido | Fuente: Unsplash
“Es hermosa, Rosie”, susurró mi esposo Tim, con los ojos brillando por las lágrimas.
Esta obra está inspirada en hechos y personas reales, pero ha sido ficticia con fines creativos. Se han cambiado nombres, personajes y detalles para proteger la privacidad y mejorar la narrativa. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, o con acontecimientos reales es pura coincidencia y no es la intención del autor.
El autor y el editor no afirman la exactitud de los eventos o la descripción de los personajes y no son responsables de ninguna mala interpretación. Esta historia se proporciona “tal cual” y las opiniones expresadas son las de los personajes y no reflejan los puntos de vista del autor o editor.