Paso 2. Respiración
La respiración consciente activa el diafragma, que juega un papel importante en el sistema linfático. Las respiraciones profundas y las exhalaciones largas ayudan a normalizar el intercambio de líquidos en el cuerpo.
Paso 3. Nutrición
Ajustar tu dieta es más fácil de lo que parece. El equilibrio correcto de potasio y sodio, la reducción del azúcar y el aumento de la vitamina C en la dieta ayudan a combatir el edema. Por la noche es preferible comer proteínas y verduras calientes, evitando el azúcar y los carbohidratos.
Paso 4. Recuperación
Para que el sistema funcione es importante dormir al menos 7-8 horas, y mejor descansar antes de las 23:00. Relajar el cuerpo, especialmente los hombros y el cuello, ayuda a que el sistema linfático funcione de manera eficiente. El ritual nocturno antes de acostarse también juega un papel importante.
Qué hacer si la hinchazón persiste por la mañana
Si aparece hinchazón, siga unos sencillos pasos:
Un sorbo de agua activa el metabolismo.
El ejercicio “talones + hombros + respiración” ayuda a mejorar el flujo linfático. Este breve protocolo de drenaje linfático se puede realizar junto a tu cama o en tu cocina. Párese derecho con los pies separados a la altura de las caderas. Imagina que estás estirando el suelo hacia los lados con los pies, creando una base estable. Luego comience a levantar los talones y a saltar suavemente sobre los pies. En este momento, mientras inhalas, levanta los hombros y, mientras exhalas, bájalos suavemente hacia atrás y hacia abajo. Continúe haciendo este ejercicio durante 1 o 2 minutos, tratando de respirar uniformemente sin apretar el cuello. Incluso estos movimientos tan sencillos tienen un efecto positivo: se activan el diafragma respiratorio y los músculos de la pantorrilla y comienza el movimiento ascendente del líquido.
El lavado de contraste ayuda a eliminar la hinchazón de la cara.
El movimiento después de comer activa el sistema linfático y evita la retención de líquidos.
