Cada vez que el esposo regresaba de un viaje encontraba a su esposa lavando las sábanas — pero cuando instaló una cámara oculta y descubrió la razón, cayó de rodillas llorando…-DIUY


¿Quién las ensució?
Él no había estado en casa durante todo ese tiempo.

Una sensación de duda se deslizó en su corazón como un viento frío al comienzo del invierno.
Esa noche no pudo dormir.
Escenarios desagradables se repetían en su mente.
¿Alguien venía a la casa mientras él no estaba?

A la mañana siguiente compró una mini cámara y la colocó discretamente en la estantería, apuntando directamente a la cama.
Le mintió a su esposa diciéndole que debía volar a Chicago por diez días para una reunión, aunque en realidad alquiló una pequeña habitación cerca de casa.

La segunda noche, encendió la cámara desde su teléfono; sus manos estaban frías.
La pantalla mostraba el dormitorio oscuro, iluminado solo por la tenue luz amarilla de la lámpara de noche.

10:30 p.m.
La puerta se abrió.
Lily entró, sosteniendo algo en los brazos.
Ethan contuvo la respiración.

A primera vista pensó que era una almohada,
pero cuando ella lo colocó sobre la cama, se dio cuenta de que era…
una camisa vieja —la que él había usado el día de su boda—.

La misma camisa que ella había guardado durante más de diez años, ahora desgastada y arrugada.

Lily se subió a la cama con cuidado, abrazando la camisa contra su pecho como si abrazara a una persona.
Luego comenzó a hablar sola, con la voz entrecortada:

Leave a Comment