Un ataúd.
Emily sintió que el corazón se le detenía.
Llamó al médico, quien la instó a avisar a la policía.
Trató de rescatar a Charlotte, pero Jude la descubrió.
Entre gritos y sollozos, la mujer confesó que quería “liberar” a su hija.
Justo antes de que Emily pudiera ser herida, la policía irrumpió.
Jude fue arrestada, y la bebé puesta bajo protección.
El médico miró a Emily y dijo:
—Has demostrado amor y valentía. ¿Has pensado en adoptar?
Meses después, Emily se convirtió en la madre adoptiva de Charlotte.
La vida siguió siendo difícil, pero su casa estaba llena de ternura.
En el quinto cumpleaños de la niña, Emily le regaló un álbum con una nota:
“Has traído luz a mi vida. Gracias por enseñarme lo que significa el amor verdadero.”
Charlotte la abrazó con fuerza.
Y Emily entendió que cada dolor, cada humillación y cada pérdida la habían conducido a ese instante:
al milagro silencioso de tener un hogar.