Tritura las hojas de laurel y los clavos secos en un mortero hasta obtener un polvo fino. Al mezclarlos, se obtiene una mezcla potente que tiene las propiedades limpiadoras y antigérmenes necesarias para cuidar la boca.
Uso:
Moja tu cepillo de dientes y sumérgelo en el polvo. También puedes mezclar el polvo con un poco de agua para hacer una pasta.
Limpia tus dientes con la mezcla, prestando atención a los puntos donde suele acumularse el sarro y las manchas. Cepíllate suavemente en círculos, teniendo cuidado de no presionar demasiado porque el polvo puede irritar las encías si se usa demasiado.
Espera y enjuaga.
Deja que la mezcla permanezca en tus dientes durante unos 2 minutos. Este breve tiempo es suficiente para que los ingredientes actúen sobre el sarro y las manchas.
Enjuágate bien la boca con agua para eliminar todo el polvo restante. Continúa con tu rutina de cepillado habitual si lo deseas.