1. Programa citas semanales para hacer ejercicio. Es fácil disuadirte a ti mismo de un entrenamiento, pero es más difícil cuando tienes un compromiso pendiente para hacer ejercicio con un amigo. En general, intenta hacer por lo menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado por semana. Quienes se ejercitan tienen el 45% menos de probabilidades de contraer la enfermedad de Alzheimer, según la Alzheimer’s Drug Discovery Foundation.
2. Consume una ensalada todos los días. Tan solo una porción diaria de verduras de hoja verde se vinculó a un menor deterioro cognitivo, según un estudio del 2017 a cargo del Rush University Medical Center.
3. Consume un postre con bayas. Las de color oscuro, como los arándanos azules y las moras, contienen compuestos que combaten la inflamación y ayudan a proteger el cerebro. Consumir una taza de arándanos azules cada día durante seis meses también puede reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares entre un 12 y un 15%, según una investigación que se publicó en el 2019 en la revista American Journal of Clinical Nutrition. Convierte el yogur natural con bayas en tu postre favorito después de la cena.