El virus del papiloma humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes en el mundo, afectando a millones de personas sin que muchas siquiera lo sepan. En la mayoría de los casos, este enemigo silencioso no presenta síntomas evidentes y puede pasar desapercibido durante años, mientras sigue su curso dentro del cuerpo. Sin embargo, ciertas cepas del VPH pueden causar verrugas genitales, lesiones precancerosas y, en los casos más graves, cáncer de cuello uterino, pene, ano o garganta.
Afortunadamente, la mayoría de los sistemas inmunológicos saludables pueden eliminar el virus por sí solos en un periodo de 1 a 2 años. Pero también es cierto que la prevención, la detección temprana y el fortalecimiento del sistema inmune son clave para combatir esta amenaza.