Mi único hijo me abandonó y todo por culpa de una mujer.

Después de un incidente que ocurrió en mi familia, todos mis amigos y conocidos dejaron de comunicarse conmigo. Cuando me los encuentro en la calle, hacen como que no me conocen y toman la décima ruta.

Hace tres años se casó mi hijo Alexey. Su esposa Katia era una chica agradable y económica que me gustó enseguida. Cuando entró en la habitación, pareció que su alma se volvía más ligera y cálida. Ella era como un rayo de sol en nuestra casa.

No interfirí en sus vidas, traté de no interferir con sus consejos, porque ellos tienen su propia familia y yo tengo la mía. Katya venía a menudo de visita y yo mismo los invitaba con mucho gusto a mi casa. Disfrutamos sentarnos, charlar y discutir las novedades. Un año después de la boda, compraron un apartamento y dieron a luz a mi nieta, Svetlanka. Luego venía a menudo a ayudar con la bebé, llevándola a mi casa para que Katya pudiera descansar un poco o ir a encontrarse con sus amigas.

Pero dos años después, cuando Svetlanka cumplió dos años, el hijo insistió en enviar a su hija al jardín de infancia y Katya volvió a trabajar. No entendía por qué había tanta prisa y cada vez que venía, notaba que Katya tenía los ojos rojos y manchados de lágrimas.

“Estaba viendo una película triste”, dijo.

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