Uno de los primeros signos que se pueden experimentar cuando los riñones están en problemas es el dolor localizado en la parte baja de la espalda. Este malestar puede ser intermitente o persistente y suele estar asociado a la función renal comprometida o a la presencia de cálculos renales.
2. Cambios en la Orina
Presta atención a tu orina: si notas cambios en su color, cantidad o frecuencia, es posible que tus riñones estén en peligro. Una orina oscura o espumosa puede indicar problemas en la función renal. También deberías estar alerta si sientes la necesidad de orinar más a menudo, especialmente en la noche.
3. Hinchazón y Retención de Líquidos
La retención de líquidos es otro síntoma común, y puede manifestarse en forma de hinchazón en las piernas, tobillos o cara. Cuando los riñones no filtran adecuadamente, el exceso de líquidos se acumula en el cuerpo, provocando inflamación y malestar.
4. Fatiga Inusual
La fatiga persistente y el cansancio sin razón aparente pueden estar relacionados con la función renal deficiente. Los riñones dañados pueden dificultar la producción de glóbulos rojos, lo que resulta en anemia y lleva a una sensación de debilidad.