Ser padres, no es una tarea sencilla. Antes de ser padre o madre… ¿cuántas veces te dijiste que harías esto o aquello? ¡Miles! Y claro, después cuesta ponerlo en práctica. Hay que estar en el momento para vivirlo.
Por lo tanto, criar a un niño, consiste en redoblar las apuestas en nosotros mismos y en los objetivos que queremos alcanzar con ellos.
Ahora bien, si nuestro hijo demuestra rebeldía, la tarea se hace aun más difícil. Sin embargo, existen métodos que te ayudarán a resolver este problema.
En primer lugar, debemos tener claro quien “dirige el barco”. Poner límites es necesario para los niños, porque les brinda seguridad y llamarle la atención cuando falta de respeto es algo que le permitirá entender qué está bien y qué está mal.
La psicóloga Lyliane Nemet-Pier, lo explica muy bien con esta metáfora.
El conflicto, es la ocasión ideal para los padres de recordarle al niño que él es el capitán del barco y que los niños están allí para disfrutar de la infancia, pero que no dirigen el timón.”