Los embutidos, galletas comerciales y otros productos ultraprocesados contienen aditivos que afectan la salud intestinal, y el intestino está directamente conectado con el cerebro. Un intestino inflamado afecta la memoria y el estado de ánimo.
Conclusión:
Empieza a ver el desayuno como una inversión en tu salud mental a largo plazo. Hacer pequeños cambios como incluir alimentos naturales, grasas buenas y proteínas puede ayudarte a tener un cerebro más joven, alerta y saludable.