¿Por qué está pasando esto? Falta de verdadero placer en la vida.
La felicidad en la vida la experimentan aquellos que han aceptado su edad y su posición. Aquellos que continúan persiguiendo a los jóvenes esquivos a menudo se sienten cansados e irritados.
Las mujeres sabias no se esfuerzan por usar la talla XXS para parecer más jóvenes. Encuentran ventajas en su edad.
Alexandra Marinina, en uno de sus libros, dijo con ironía que ahora le dan menos consejos, ya que ha adquirido experiencia y la probabilidad de cometer errores es mínima. También noté que las miradas de los hombres se volvieron menos persistentes.
Según otra escritora, Vera Tokareva, la juventud es una época de correr en busca de la felicidad y la madurez te libera de estas preocupaciones.
¿Cómo vivir años sin envejecer?
Uno de mis amigos se negó a envejecer. Se rodeó de jóvenes, se alejó de su marido y empezó a vestirse como en su juventud.
Parecería que parece joven, pero el cansancio en su rostro y la tristeza en sus ojos cuentan una historia diferente.
Decidió que el descanso le devolvería la juventud, pero regresó a casa exhausta. Los médicos dijeron que tal actividad era inaceptable a su edad.
Después de descansar, empezó a verse aún peor.
La conclusión es sencilla: cuídate, no te desgastes. No debes probarte los roles y máscaras de otras personas.
Los signos de la edad pueden no ser tan notorios, pero ciertamente están ahí. Aquí hay unos ejemplos:
Si los juegos previos provocan somnolencia en lugar de excitación, es una clara señal de que la juventud se queda atrás.
Llega una edad en la que, cuando te acuestas y escuchas las notificaciones en tu teléfono, decides que es mejor leerlas por la mañana porque dormir es mucho más importante.
Un encuentro entre dos mujeres maduras puede estar lleno de ironía sobre el tema de la salud: “Entonces, Faya, ¿cómo gestionas tu salud?” – “¡Oh, Rosochka, cómo me afecta esto!”
Estos ejemplos enfatizan que con la edad surge una nueva percepción de la vida, que no siempre está asociada con la actividad y el deseo de cambios externos. Lo más importante es aceptarse a uno mismo y comprender que la felicidad no siempre depende de la apariencia o la juventud. A medida que envejece, puede encontrar armonía en la tranquila confianza y la sabiduría que conlleva la edad. Este es el momento en el que puedes disfrutar de la vida sin sentir el peso de aspiraciones y búsquedas interminables.